PROYECTO ARKANO 3.0

¡Bienvenidos de nuevo!❤❤

Volvemos a la carga con dos capítulos más sobre el programa de Televisión Española (la uno) "Proyecto Arkano". Espero que estos dos capítulos os resulten interesantes y os ayuden un poquito. Recordar como siempre que no hablo de todo el capítulo sino de los aspectos que en mi opinión me han resultado más interesantes.

Capítulo 5: REDES SOCIALES

Imagen obtenida de Google Imágenes.

Actualmente llamamos nomofobia a la adicción a al móvil, o mejor dicho, a la necesidad de estar siempre conectado.

Las generaciones más jóvenes han perdido toda la sociabilidad debido a las redes sociales pues las crean y mantienen a través de estas. Hay ocasiones en las que les parece más importante aquellas amistades que ni siquiera conocen que las que tienen más cercanas. ¿Cuántas veces hemos visto a un grupo de amigos tomando algo y cada uno con su respectivo móvil en lugar de hablar entre ellos? Lo peor no es esto, sino que tienden a subir una foto del lugar donde están o qué están tomando y etiquetar a la gente con la que lo están haciendo cuando no han cruzado ni una palabra siquiera. Salir a la calle se ha convertido en estar pendiente al móvil en todo momento, incluso sabiendo los peligros que corremos por las distracciones.

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Lamentablemente en las redes sociales no aparentamos lo que realmente somos, sino que exponemos al resto un personaje que hemos creado de nosotros mismos para ser popularmente aceptados. Tendemos a eliminar aquellos que no agrada a los demás para convertirlo mediante las redes en lo que todo el mundo ama. Podríamos pasarnos horas mirando un perfil de Instagram y no ver apenas diferencias entre todos ellos. Hay múltiples razones del por qué se hace esto y es que hay gente que encuentra gran satisfacción en recibir likes, otras personas buscan ser aceptados, etc. Pero toda moneda tiene su cara opuesta, y es que no siempre usamos las redes para bien, sino que hay muchas personas que las dedican al mal y a hacer daño a otros (conocidos como haters).

Debemos tener en cuenta que todo aquel que comienza a usar una red social en una temprana edad y construye un personaje es porque está experimentando en busca de su personalidad. Como padres sería convenientes tener un pequeño control (no excesivo, sin limitar su libertad y privacidad) sobre los lugares que visitan, las cosas que publican, etc. Cuanto más pequeños sean y más los acostumbremos a tener esta sinceridad del uso de redes sociales con nosotros, más confianza tendrán para que en un futuro (en el que ya no controlemos nada) nos cuenten sus problemas. Es importante dejarles hacerles estas exploraciones (siempre y cuando no sean peligrosas) pues una vez identifican y asimilan su propia personalidad dejarán de lado poco a poco las redes sociales y a estos personajes que han creado en ellas. No importa la edad a la que se le de un móvil, pero siempre hay que empezar sin dejarle conexión a internet e ir incrementando el tiempo de uso y las herramientas a usar poco a poco.

A veces el error más habitual es darles un móvil a niños pequeños (de unos 3-8 años) para distraerlos pues no se hacen caso.  Lo único que conseguimos con esto es una mayor desobediencia (pues les estamos premiando) y crearles una adicción temprana.

En algunas ocasiones las redes sociales ayudan en la promoción de proyectos personales como puede ser la promoción de una marca, de un negocio, hacerse influencer, etc.

Hay veces que esta promoción como influencer puede provocar ansiedad por la necesidad de mantener el status en las redes sociales y afrontar los comentarios (tanto negativos como positivos, debido a su masividad). Hay muchas personas que se sienten famosas en redes pero luego en casa son tratadas como alguien normal y les choca, por lo que no logra afrontarlo adecuadamente.

Otras personas, como ocurre en mi caso, usamos las redes sociales con fines exactos. Por ejemplo: Instagram como álbum de fotos, Youtube como evasión de la realidad y entretenimiento, etc.
Hay que tener mucho cuidado con el uso de redes sociales como vía de escape pues hay ocasiones en las que este agujero hacia otro universo se vuelve una adicción (ej: muchos niños/as mienten a sus amigos para quedarse en casa a jugar a la play en lugar de salir).

Imagen obtenida de Google Imágenes.

Sería conveniente que Instagram debería controlar todo, no solo las publicaciones que no pasan su censora (especialmente las que exponen el cuerpo de la mujer), pues hay mucho acoso en las redes que omite (nombro esta pues es de las más usadas a nivel mundial pero todas deberían hacerlo).

Capítulo 6: BULLYING Y VIOLENCIA

Imagen obtenida de Google Imágenes.

El bullying o acoso escolar es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre estudiantes de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado tanto en el aula, como a través de las redes sociales (cuando el acoso es a través de las redes recibe el nombre de ciberacoso o ciberbullying). El bullying no solo es maltrato físico, verbal o psicológico, también es aislamiento o rechazo.

Lamentablemente uno de cada tres niños afirma que en su clase hay acoso escolar.

Aquel que es o ha sido víctima de buylling le cuesta reconocer que lo ha sido, o cree que su situación no es o ha sido tan grave como para etiquetarlo con ese nombre. Cuando se sufre acoso no hay que taparlo, sino lucharlo (mejor con ayuda que solos), aunque nunca empleando la violencia.

El bullying causa daños psicológicos que perduran hasta la edad adulta y es que en la mayoría de las ocasiones este acoso fomenta o propicia la aparición de enfermedades mentales como ansiedad o depresión, las cuales es muy difícil eliminar de forma radical.

Muchos niños comienzan a ejercer bullying por inseguridad o debido a su entorno familiar (pueden haber sido víctimas de violencia, de maltrato, de abusos, de dificultades económicas, etc), dificultad de empatía, miedo al rechazo, baja autoestima... Hay que hablar con los demás si tenemos problemas, no solventar nuestras carencias humillando a otros pues en un futuro te sentirás culpable por dos; por tus carencias y por el trato dado a los demás. A pesar de que nada de esto justifica que se ejerza el acoso es muy importante detectar la causa pues trabajar con la víctima no hará que el problema desaparezca. Lo valioso es ayudar al agresor para que no vuelva a suceder, además de ayudarle con sus problemas. El deber de un padre no es castigar a un hijo si es el que ejerce bullying a otros, ni atacar con más violencia o culpabilizándole, sino que  hay que hacerle llegar a entender que no es el modo y conseguir que saque el motivo por el que lo hace.

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Las víctimas de acoso tienden a actuar en autodefensa porque no lo cuentan, lo que impide que se les ayude (lo normalizan por lo que no creen que sea bullying, sino que es algo que merecen). Si nadie habla, nadie se entera. Por esto las campañas de concienciación intentan implicar a todos: agresores, víctimas y testigos. Es la mayor parte de las veces mediante testigos y no de víctimas como se consigue conocer el acoso existente en las aulas. El problema está en que muchas veces el colectivo teme a que por hablar y defender a alguien se le acose a él, así que la mejor opción es siempre reforzar al colectivo.

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Cuando los niños comienzan a resolver conflictos con la violencia (cualquier tipo de violencia) deberíamos sospechar de que existe algún problema de bullying (ya sea la víctima como el agresor, pues en ambas partes la consecuencia es similar). Si como padres no conseguimos que el niño nos cuente qué le está pasando podemos hacer uso del profesorado o educadores sociales, además de llamar al 900 018 018 (número de contacto contra el acoso escolar).