LA CRITICONA 2.0

Hola a todos mis amores❤

Hoy vuelvo con mi rol de La Crítica, que como ya recordaréis consiste en analizar un tema actual para poner en manifiesto una injusticia social.

Actualmente vivimos en una sociedad en la que la imagen es una de las cosas a las que más importancia le damos (tener el pelo cuidado y sano, o directamente tenerlo; un cuerpo bonito; una sonrisa perfecta; etc). Tanta importancia, que descuidamos la salud.

Os traigo como apoyo varios vídeos (y podría poner más) de Paula Gonu. En este primer vídeo nos da a entender que no podemos creer que todos los cuerpos que vemos en las fotos sean reales, la mayoría de ellos están editados; e incluso nos ofrece un par de trucos para detectar cuándo estamos ante una foto que ha sido editada. La sociedad tiene la necesidad de aparentar en las redes sociales ser alguien que no es para gustar a los demás. Veo imposible gustar a los demás cuando siquiera te gustas tú a ti mismo.

En el segundo vídeo podemos ver a Paula entrando y saliendo de diferentes tiendas comprando pantalones con la misma talla (una 38). Algunos de estos pantalones le entraban y muchos otros no, es más, la estaban incluso asfixiando, a pesar de haber usado toda la vida una 36 (y mantener su mismo cuerpo). El problema no está en que una persona aumente el número de su tallaje y tenga que cambiarlo, sino que si continúan de este modo, gente que realmente usa una 38-40 no tendrá tiendas comunes y "de moda" donde ir a comprarse ropa. Todo esto crea una presión en la persona haciendo que sienta la necesidad de adelgazar para entrar en las tallas de estas tiendas (antes los modistos adaptaban sus patrones al cuerpo de la mujer. Ahora, hay una talla industrial en masa y es el cuerpo de la mujer el que debe adaptarse a la talla. Se invisibilizan otro tipo de figuras y todo lo que se sale del estereotipo se considera anormal o defectuoso). Dudo mucho que la talla 32 actual sea correspondiente de un cuerpo sano. "Cuando siempre has tenido una talla 40 y no entras en ella, te hace pensar que has engordado, aunque no sea así".

Tenemos que tener constancia de todas estas cosas, no es cuestión de fotos bonitas ni de números, sino de salud. Cambiar tan drásticamente de un año a otro de talla, ver fotos perfectas o modelos con unos cuerpos en extrema delgadez tiende a convertirse en un canon de belleza que se impone en la mente de muchos/as adolescentes. Esto puede generar en muchos casos graves problemas de salud al llegarse a casos de depresiones, trastornos alimenticios u obsesivos compulsivos.

Las principales enfermedades que suelen aparecer y cada vez más habitualmente son:

• Anorexia: Trastorno de origen neurótico que se caracteriza por un rechazo sistemático de los alimentos que provoca un adelgazamiento muy rápido y sin control médico, por el temor intenso a aumentar de peso y por la percepción distorsionada del peso. Es diagnosticada con una edad promedio de 14 años, aunque cada vez son más comunes los casos de niñas de 10 años que son diagnosticadas con dicha enfermedad.



Imagen obtenida de Google Imágenes.

• Bulimia: es un trastorno alimenticio y psicológico caracterizado por la adopción de conductas en las cuales el individuo se aleja de las formas de alimentación saludables consumiendo comida en exceso en períodos de tiempo muy cortos, también llamados «atracones», seguido de un período de arrepentimiento, el cual puede llevar al sujeto a eliminar el exceso de alimento a través de vómitos o laxantes. 

El problema de ambas enfermedades es que por mucho que "salgas" de ellas y las superes, habrán dejado una huella enorme en tu vida y permanecerán en ti muchas secuelas. La secuela más importante es emocional pues todas estas enfermedades acaban relacionadas con una depresión (trastorno del estado de ánimo, transitorio o permanente, caracterizado por sentimientos de abatimiento, infelicidad y culpabilidad, además de provocar una incapacidad total o parcial para disfrutar de las cosas, de los acontecimientos de la vida cotidiana y una disminución de las funciones psíquicas). Podría seguir enlazando unas enfermedades a otras, como a esta sería la ansiedad, pero no acabaría nunca.

Esta realidad afecta principalmente a mujeres pues la presión social es mucho más evidente y exigente en ellas. No es que solo se generalice al cuerpo, buscando una talla que no sobrepase los 55kg, sin mencionar las nuevas modas de grandes bustos y caderas unidos por cinturas de avispa; sino también al pelo y la piel. Queremos a mujeres con un pelo perfecto y es más, admitámoslo, ¿cuantas veces hemos escuchado que el cabello está ligado a la belleza de la mujer? Mismamente es algo identificable viendo los anuncios publicitarios, donde montones de marcas nos venden sus productos a mujeres exclusivamente, dando a entender que con su uso lograremos tener un pelo ideal. Es una realidad que a día de hoy los hombres pueden llevar la cabeza calva y aún así ser atractivos, todo lo contrario que una mujer. Y con la piel pasa lo mismo. Una vez que una mujer llega a cierta edad a su alrededor comienzan a fijarse en todas sus marcas de expresión y arrugas mientras que ignoramos las de un hombre. Otro ejemplo vuelven a ser los anuncios, donde todas las cremas rejuvenecedoras y anti-edad son destinadas a mujeres de entre unos 40-60 años la gran mayoría de veces. Pero lo mismo pasa con el acné, solo que este se trata por igual en su aparición ante ambos sexos. Al igual que con las enfermedades podría poneros miles ejemplos más para haceros ver el problema tan grave que estamos viviendo.

En la otra cara de la moneda tenemos al sexo masculino, donde se espera de ellos unos jóvenes fuertes y atléticos. Es por esto que últimamente se está poniendo de moda el ideal de un "chico fitness". Muchas veces para recurrir a estos cuerpos se adentran en dietas extremas combinadas con la toma de suplementos que pueden ser perjudiciales para los riñones e hígado, sin mencionar las ingestas de proteínas sin control médico o el abuso de los esteroides ignorando los peligrosos efectos secundarios que los acompañan.

También encontramos el caso de las operaciones estéticas (que en muchos casos han resultado un problema de salud debido a estafas ya que la gente busca operaciones económicas) o de los rayos UVA (los cuales todos sabemos lo cancerígenos que pueden llegar a ser).

Tenemos que ser conscientes de lo que pueden dañar las palabras o insultos que decimos a una persona. El cuerpo no debe ser un motivo de burla o discriminación en ningún momento. En lo referente a las cadenas textiles la mejor solución es un patronaje común y obligatorio que sea igual para todas estas cadenas. Otra opción también podría ser que las prendas no sólo incluyan la talla sino también medidas como cadera, pecho, cintura y altura. Los medios de comunicación deberían ser responsables del control que tienen sobre la población junto al marketing y erradicar con estos concursos sociales de bellezas que vivimos y vemos a diario. Todos somos perfectos tal y como somos y necesitamos mucha conciencia social para cambiar esto. No os dejéis influenciar por lo que veáis en la tele o en redes sociales, debemos aprender a valorar a las personas por cómo son interiormete.